El 28 de febrero de 2025, ocurrió un evento astronómico poco común: los siete planetas visibles desde la Tierra se alinearon en el cielo nocturno.
Este fenómeno, conocido como «desfile planetario», permitió observar simultáneamente a Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Aunque las alineaciones de tres o cuatro planetas son frecuentes, una alineación de siete es excepcional.
Los planetas no se alinearon en una fila perfecta, sino que aparecieron distribuidos en una amplia franja del cielo.
Esta disposición se debe a que todos orbitan el Sol en un plano similar, llamado eclíptica.
Para observar este fenómeno, se recomendó mirar hacia el oeste justo después del atardecer.
Venus, el más brillante, fue fácilmente visible. Marte, con su característico tono rojizo, también destacó en el cielo. Mercurio y Saturno, más cercanos al horizonte, requirieron una vista despejada y, preferiblemente, el uso de binoculares. Júpiter, otro de los planetas brillantes, fue visible a simple vista. Urano y Neptuno, debido a su lejanía y menor brillo, necesitaron telescopios para ser observados claramente.
Este tipo de alineación no se repetirá hasta el año 2040, lo que la convirtió en una oportunidad única para los entusiastas de la astronomía.
Eventos como este despiertan el interés público debido a su rareza y belleza en el cielo nocturno. Además, ofrecen una excelente oportunidad educativa para aprender más sobre nuestro sistema solar.
Observatorios y clubes de astronomía organizaron sesiones especiales para que el público pudiera apreciar el desfile planetario.
En áreas urbanas, la contaminación lumínica dificultó la visualización de los planetas más tenues. Por ello, se recomendó desplazarse a zonas rurales con cielos oscuros.
Aquellos que tuvieron la oportunidad de presenciar el acontecimiento seguramente lo recordarán como un momento especial en la observación del cielo nocturno.