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“29 días al límite”: El plan de la NASA para desplegar el telescopio espacial James Webb

El telescopio James Webb desplegándose fuera de la Tierra / NASA

El 25 de diciembre la NASA finalmente lanzó el esperado telescopio especial James Webb. Sin embargo, la larga jornada científica no ha hecho más que empezar. El siguiente paso en su extenso y complicado viaje es el llamado “29 días al límite” por la NASA.

“El observatorio Webb tiene 50 despliegues importantes… y 178 mecanismos de liberación para desplegar esas 50 partes”, dijo el ingeniero de misión de Webb, Mike Menzel. “Cada uno de ellos debe funcionar. Desplegar Webb es sin duda la actividad de nave espacial más complicada que hemos realizado”, agregó.

Los primeros días

El James Webb ya ha logrado algunos hitos importantes. Media hora después del despegue, desplegó sus paneles solares. Y unas después, realizó una quema de motor crucial de 65 minutos que lo puso en curso hacia el Punto 2 de Lagrange Sol-Tierra (L2). Este es un punto gravitacionalmente estable a 1,5 millones de kilómetros de nuestro planeta en dirección a Marte.

Al día siguiente del lanzamiento, Webb rotó su antena de alta ganancia hacia la Tierra para facilitar aún más las comunicaciones. Un día después, la nave espacial realizará otro encendido de motor para refinar su trayectoria. Al día siguiente, se bajará el palé que sostiene el enorme parasol del Webb, una estructura de 5 capas diseñada para mantener frescos al telescopio infrarrojo y sus instrumentos.

Cada una de las cinco láminas del escudo es aproximadamente del tamaño de una cancha de tenis cuando está completamente extendida. Esto es demasiado ancho para caber dentro del carenado de carga útil de cualquier cohete actualmente en funcionamiento. Por eso, el parasol se lanzó en una configuración compacta y debe desplegarse.

Este es un proceso increíblemente complejo. La estructura del parasol tiene 140 mecanismos de liberación, 70 conjuntos de bisagras, 400 poleas, 90 cables y ocho motores de despliegue. Todos deben funcionar correctamente para que las cinco capas se extiendan según lo planeado.

Luego

La cubierta protectora se desprenderá del parasol cinco días después del lanzamiento y sus auges se extenderán luego de un día más. El despliegue del parasol debería completarse pasados unos ocho días, momento en el que los miembros del equipo comenzarán a centrarse en la óptica.

Aproximadamente 10 días después del lanzamiento, el Webb extenderá su espejo secundario de 0,74 metros de ancho. El siguiente será el espejo primario de 6,5 m de ancho. Ese espejo, que está compuesto por 18 segmentos hexagonales, se lanzó plegado, como el parasol. Luego de dos o tres días, las dos “alas” laterales del espejo se extenderán y quedarán en su lugar.

En ese momento, el Webb estará en su configuración final. El imponente telescopio llegará a su destino poco más de dos semanas después, realizando otro encendido del motor 29 días posteriores al lanzamiento para entrar en órbita alrededor de L2.

Finalmente

Dos o tres meses después del lanzamiento, el equipo alineará los segmentos del espejo primario para que actúen como una única superficie recolectora de luz. Será un trabajo laborioso y llevará mucho tiempo, ya que el espejo tiene que ser perfecto con una precisión de 150 nanómetros.

Mientras tanto, el equipo irá probando y calibrando los cuatro instrumentos científicos de Webb. Ese también será un proceso complicado. El objetivo es iniciar las operaciones científicas regulares seis meses después del lanzamiento. Por eso el cronograma será flexible y no habrá que preocuparse si se retrasa un poco.

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